Tienes un alma errabunda,
peregrina y trashumante,
el alma de un pez que,
siempre se va contracorriente,
se va lejos, se va cerca,
pero de mí,
siempre,
se va.
Tienes alma de pez
y no conoces del dolor
de no tenerte aquí,
cuan incierto es verte cerca
y sentir que te vas lejos,
tanto como habrá de
llevarte esa alma tuya,
de pez inquieto,
trashumante y errabundo,
peregrino pez que
me hace llorar océanos
de ausencia y desvarío
cuando tratando de
seguir el curso de tu alma
también me vuelvo yo
un pez errante y solitario,
triste pez sin alma ni consuelo,
trashumante en mi dolor
sin otra causa que seguirte
a ver si un día me devuelves
tu alma de pez que,
antes, fuera mía…


(C) Enrique Pérez Díaz
Voz: María García Esperón
Música: Kitaro

Categories: